En una fusión única entre arte, patrimonio y tecnología sonora, Bill Fontana elige Meyer Sound para la instalación de ecos silenciosos en la Basílica de San Pedro. La obra, titulada Silent Echoes of a Great Sound Sculpture, transforma las vibraciones ocultas del Campanone en una experiencia sensorial envolvente que redefine la relación entre sonido, arquitectura y contemplación espiritual.
¿Quién es Bill Fontana?
Bill Fontana es un pionero del arte sonoro internacionalmente reconocido por su trabajo con vibraciones, resonancia y paisajes acústicos. Su enfoque creativo se centra en hacer audible lo que normalmente es imperceptible. Desde la década de 1970, Fontana ha utilizado tecnologías avanzadas para explorar cómo el sonido puede revelar nuevas dimensiones del entorno.
Con obras exhibidas en instituciones como el MoMA de Nueva York y la Bienal de Venecia, su trayectoria lo posiciona como una figura clave en el arte contemporáneo sonoro. Fontana afirma:
“Estas grandes campanas están diseñadas para vibrar. Incluso cuando no están sonando, reaccionan a los ruidos del entorno si coinciden con sus frecuencias de resonancia. Es un sonido muy especial y fascinante”.
¿Qué hace Bill Fontana?
Fontana se especializa en capturar las “memorias sonoras” de objetos y lugares. En Ecos Silenciosos, utilizó acelerómetros para registrar las microvibraciones del Campanone, una campana de nueve toneladas que rara vez se percibe en su totalidad sonora. Gracias al trabajo colaborativo con ingenieros del IRCAM de París, estas señales fueron transformadas en una composición que resuena sutilmente en el pórtico de la Basílica.
El resultado es una experiencia inmersiva que puede escucharse al entrar y salir del templo.
“Considero la escucha como una forma de creación. El oyente descubre patrones y relaciones sonoras que existen pero que normalmente no percibimos”
Explica Fontana.
El poder del sonido en la espiritualidad y la arquitectura sacra
A lo largo de la historia, el sonido ha sido una herramienta esencial en espacios religiosos, no solo como medio de comunicación ritual, sino como catalizador de experiencias espirituales profundas. En lugares como la Basílica de San Pedro, cada eco, cada vibración, adquiere un significado que trasciende lo físico.
La instalación Ecos Silenciosos aprovecha esta conexión ancestral entre sonido y espiritualidad, haciendo audible lo que normalmente permanece oculto. Gracias a la tecnología de Meyer Sound y a la sensibilidad artística de Bill Fontana, el sonido se convierte en una extensión del espacio sagrado, un puente entre la materia y lo intangible.
Meyer Sound, la mejor solución para espacios con condiciones acústicas y arquitectónicas complejas
Elegir Meyer Sound y ecos silenciosos no fue casualidad. Para Fontana, el rendimiento acústico de los sistemas de la marca es crucial para que sus instalaciones alcancen el impacto deseado.
“He trabajado con Helen y John Meyer durante años. No solo fabrican equipos excepcionales, también comprenden el valor artístico del sonido”
Señala el artista.
La instalación cuenta con un sistema Meyer Sound compuesto por 8 altavoces ULTRA-X20 y 4 subgraves USW-112P, controlados por un procesador Galileo GALAXY. La elección se basó en la necesidad de proyectar sonido claro y definido en un espacio de alta reverberación como lo es el pórtico de San Pedro.
Massimo Carini, propietario de MAC Sound y distribuidor de Meyer Sound en Italia, fue clave en la integración técnica y en la obtención del visto bueno del Vaticano.
“Cuando los Cardenales escucharon la pieza, dijeron: ‘Nunca habíamos escuchado nada igual antes’. Fue muy emocionante para todos”
Recuerda Carini.
Además, Meyer Sound España ha seguido de cerca la evolución de esta instalación, apoyando la difusión del proyecto y reafirmando su compromiso con la integración de tecnología sonora de alta precisión en espacios patrimoniales y artísticos de toda Europa.
Bill Fontana elige Meyer Sound para unir tecnología, arte y contemplación
Esta obra se presenta en el marco del Jubileo 2025 del Vaticano, bajo la dirección de Umberto Vattani y Valentino Catricalà. Permanecerá activa hasta finales de año, convirtiéndose en una de las propuestas artísticas más innovadoras del evento. No es la primera vez que Fontana y Meyer Sound colaboran: en 2014 ya lo hicieron en el Museo MAXXI de Roma, explorando las resonancias de antiguos acueductos romanos.
Fontana concluye:
“Cuando creas una pieza sonora para un lugar como este —a la entrada de uno de los edificios más importantes de la historia— quieres hacerlo de la mejor manera posible. Y el equipo que tuve —Massimo, IRCAM y el apoyo local en Roma— lo hizo posible. Todo funcionó perfectamente”.
Una invitación a escuchar el silencio
Ecos Silenciosos no solo redefine el concepto de instalación sonora, sino que invita al visitante a detenerse, a percibir lo que normalmente se ignora, a encontrar en el sonido una forma de contemplación. Con esta obra, Bill Fontana elige Meyer Sound para amplificar no solo vibraciones, sino también emociones profundas.
En un mundo cada vez más ruidoso, esta propuesta demuestra que incluso el silencio tiene ecos, y que escucharlos requiere tecnología, sensibilidad y una visión artística capaz de transformar lo invisible en audible.